He entreabierto un ojo y todo era blanco. El brazo derecho intuitivamente se ha incorporado para cubrirme la cara con la mano. Trato de observar mi campo de visión, que muy levemente empieza a divisarse: una pared blanca, no es gran pista; un sillón verde satinado; mi ropa en el suelo. Dónde estoy. La luz me acosa. No entiendo. Me doy media vuelta y trato de abrir el otro ojo, que se pega a las pestañas inferiores mediante telarañas oculares. Dios. De repente mi cabeza se parte en dos y salen 298 mariposas de color violeta. Son preciosas. Las mariposas se dispersan por toda la habitación y suben hacia arriba. Las sigo con la mirada, ahora ya binaria, y compruebo efectivamente lo que me temía. Me han robado el techo.
298 mariposas
He entreabierto un ojo y todo era blanco. El brazo derecho intuitivamente se ha incorporado para cubrirme la cara con la mano. Trato de observar mi campo de visión, que muy levemente empieza a divisarse: una pared blanca, no es gran pista; un sillón verde satinado; mi ropa en el suelo. Dónde estoy. La luz me acosa. No entiendo. Me doy media vuelta y trato de abrir el otro ojo, que se pega a las pestañas inferiores mediante telarañas oculares. Dios. De repente mi cabeza se parte en dos y salen 298 mariposas de color violeta. Son preciosas. Las mariposas se dispersan por toda la habitación y suben hacia arriba. Las sigo con la mirada, ahora ya binaria, y compruebo efectivamente lo que me temía. Me han robado el techo.
El acertijo
Es princesa sin guisante, es suave y no es de ante
Es salsera y no es sureña, es bailonga de alma caribeña
Por la noche un buen fiestón, y luego calcetín en mano y edredón
Es na y es de barro, y en Holanda pillará un buen catarro
Y si la pista se te despista, anda y busca una buena modista
Verborrea de tontalabios pueril
“...ayer estuve pensando mucho tía, y claro, no entiendo por qué lo hizo, porque si lo hubiera hecho de otra manera se entendería pero así no ¿no crees? Ahora tampoco sé decirte de que manera exactamente eh, lo digo por poner un ejemplo, pero seguro que fue porqué ella le dijo aquello. Y además, que realmente no tenía derecho, no entiendo cómo pudo hacerlo ¡Se lo había dicho tantas veces! Me pareció súper fuerte tía, no puedo quitármelo de la cabeza. Ya se que es una tontería, eh, si en realidad tampoco lo pienso tanto, pero sabes, un poco sí, no puedo dormir por las noches y eso. Yo lo que creo es que primero tendría que llamarme él. Si él no me llama, yo menos, sabes ¡Sólo faltaría! en realidad no es mi culpa tía y lo sabes, pero me sabrá mal... Y si llama, pues haré como si nada, como si no me importase, ni me sorprendiese, ni me alegrase, para que tampoco parezca que pierdo el culo total, sabes. Pero te lo juro tía, ahora en serio, si no me llama me muero...”
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